La Comunicación No Violenta

Alguna vez te has encontrado en una situación en la cual transmites un mensaje al otro acerca de algo que te disgusta o alguna necesidad que tienes y el interlocutor en vez de recibir el mensaje lo rechaza, generando desentendimiento y muchas veces conflicto?

Marshall Rosenberg fue un psicólogo estadounidense, que dedicó su vida al estudio de la comunicación. Fue criado bajo el ambiente hostil de los barrios de Detroit, lo que hizo interesarse desde muy temprana edad en buscar alternativas de comunicación que fuesen pacíficas ante la violencia que percibía en la sociedad. Uno de sus libros mas famosos titulado “Comunicación no violenta: un lenguaje de vida” es aquel en el que plasmó dicha teoría.

Rosenberg identificó un enfoque de la comunicación entre el hablar y el escuchar, el cual nos lleva a dar desde el corazón, a conectarnos con nosotros mismos y con otras personas de una manera que permite que aflore nuestra compasión natural.

Usa la expresión “no violenta” en el mismo sentido en que la utilizaba Gandhi al referirse a la compasión que el ser humano expresa de un modo natural cuando su corazón renuncia a la violencia.

La Comunicación no violenta o compasiva sostiene que la mayoría de los conflictos entre personas o grupos surge por la forma incorrecta de comunicar nuestras necesidades debido al lenguaje manipulativo que usamos cuyo objetivo es inducir miedo, culpa, vergüenza, etc. Este tipo de comunicación no nos permite conectar con el otro y expresar aquello que queremos transmitir, generando así más conflicto.

Bien sabemos que una buena comunicación es fundamental para la vida de los seres humanos. Y al ser seres sociales que hacemos parte de una gran red que nos une a todos es vital poder expresarnos de manera clara y concisa para que nuestro receptor - que está lleno de sus propios significados- entienda claramente el mensaje que queremos transmitir, creando unión y entendimiento.

Rosenberg nos plantea 4 componentes para comunicar de forma asertiva:

1- Observar sin evaluar o juzgar:

Al comunicar algo debemos enfocarnos en los hechos (lo que vemos, oímos o tocamos) y diferenciando el mensaje de nuestras evaluaciones de significados e importancia. Comunicar actos concretos que están afectando nuestro bienestar

2- Identificar y expresar los sentimientos:

Clarificar e identificar conscientemente nuestras emociones o sensaciones, libres de pensamiento e historia, de juicios, de cargas emocionales. El cómo nos sentimos en relación con lo que observamos.

3- Ser responsable de nuestras necesidades y de cómo las expresamos:

Estar conscientes y ser responsables de nuestras necesidades, valores, deseos que dan origen a nuestros sentimientos; utilizar la empatía para entender las necesidades de otros, libres de prejuicios y evaluaciones para comunicarnos de forma asertiva.

4- Hacer peticiones:

Comunica las peticiones por una acción específica, honesta, libre de demandas. Acciones concretas que pedimos para enriquecer nuestra vida

Te invito a aplicar estos 4 componente a la hora de transmitir un mensaje para que puedas disfrutar de los beneficios.

Si aspiramos construir relaciones que perduren y que, en su conjunto, contribuyan a la paz que tanto anhelamos, que sea la comunicación no violenta nuestra principal aliada para lograrlo.

Date el permiso de comunicarte desde el corazón y a ofrecer una versión no violenta de tus emociones!

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