Cuando soltamos el juicio
No se imaginan el gran alivio que sentimos cuando soltamos el juicio, como recobramos nuestra vitalidad y cómo el mundo circundante nos refleja esa aceptación.
Cuando soltamos el juicio hacia nosotros mismos y hacia los demás o hacia aquello que acontece a nuestro alrededor y en el mundo.
Cuando entendemos que cada uno de nosotros está viviendo su vida de la mejor manera con lo que tiene, despertando así una hermosa compasión dentro de nosotros que se proyecta en el afuera y nos da paz mental.
Cuando soltamos el control de cómo las cosas deben desenvolverse y confiamos y nos damos cuenta que a medida que nos comprometemos con nuestro bienestar y nuestros deseos y anhelos ganamos libertad.
Cuando soltamos el perfeccionismo y aceptamos el hecho que aveces estamos arriba y otras veces abajo, que aveces la vida nos refleja la belleza de nuestro interior y otras veces nos baja para mostrarnos aquello que requiere atención, amor, cuidado y compasión.
Te invito a soltar los juicios, a percibir todo cómo es sin intención de etiquetar, categorizar o excluir.
Te invito a convertirte en el observador que percibe todo cómo una totalidad, como una danza que a veces nos invita a participar y otras veces a presenciar.
Que tengas un hermoso día